Buscando una ganadería más competitiva y sustentable, un número importante de productores están incursionando en el pastoreo racional, técnica que se basa en el respeto de algunas leyes básicas de la biología, como el hecho de permitir el rebrote de las pasturas evitando el consumo permanente. El asesor Esteban Carriquiry explicó que de esta forma el pasto crece con mayor fuerza y acumula reservas, permitiéndonos contar con pasturas de mayor y mejor calidad.
Sabido es que en invierno es muy poco el pasto que crece, por lo menos en el campo natural. “En esta época nunca vamos a tener más de 5 kg de materia seca por día, lo cual es muy poco. Por lo tanto, todo depende de cómo se haya ingresado al invierno”. Carriquiry aseguró que éste ha sido un año donde se ingresó con buenos niveles de pasto y que en los casos donde la reserva fue administrada correctamente, permitió llegar a esta época con algo de remanente. A su vez, en los casos donde los campos tuvieron un componente más invernal, con mejoramientos en cobertura con lotus o raigrás, en agosto ya se empezó a ver un rebrote.
De todas formas, la necesidad de ser más eficientes, sustentables y productivos ha llevado a que muchos productores se estén volcando al pastoreo racional. Esto implica básicamente que se le de la posibilidad al pasto de que rebrote, no consumiéndolo de forma permanente, lo que favorece su crecimiento con más fuerza y acumule reservas. “Los animales son muy selectivos y normalmente perciben los mejores pastos, por eso dejar que rebrote es más importante. El animal come las mejores especies y rechazan las peores, generando que, en los campos con pastoreo continuo, en invierno, solo haya disponible para comer pastos de muy baja calidad”. Dándole descansos al pasto, se logra una mejor recuperación, permitiendo contar con más pasto en el invierno y tener un mejor rebrote en primavera.
Lógicamente, para realizar un pastoreo racional es necesario hacer subdivisiones. “Hace 20 o 30 años, dividir un potrero en dos, era una inversión muy importante para la empresa. Hoy en día, la relación que tiene subdividir con el patrimonio con el que se está trabajando, es mucho menor. Actualmente hacer esto es viable casi para cualquiera y esa es la fundamentación de porqué tanta gente está pensando en el pastoreo racional. Subdividir con alambre eléctrico es viable y es una tarea sencilla”. Carriquiry explicó que esto permite administrar el pasto, tener una carga instantánea de animales que eligen menos y comen todo, lo que aumenta la capacidad de carga del campo. “Con esta técnica se observa un aumento de carga sostenida probablemente de un 20% a 30%”.
Darle descanso al pasto no solamente permite un mejor desarrollo hacia arriba sino también en el sistema radicular. A su vez, tener los animales concentrados en parcelas, favorece el reciclaje de nutrientes por bosta y orina, reciclaje que es más homogéneo en todo el potrero.
Sobre el crecimiento que está teniendo esta técnica, el asesor recordó que en todo proceso tecnológico, primero están los innovadores que son los que en primera medida adoptan esa nueva tecnología; luego hay un crecimiento exponencial cuando se van sumando productores. Por otro lado, están los que son más reacios a cambiar sus acciones y les lleva muchos años incorporar nuevas tecnologías. Por eso señaló que el pastoreo racional está atravesando por un proceso normal desde hace dos o tres años comenzando muchos productores a incorporarlos a sus sistemas. “Ahora nos está pasando que todos los días llaman productores interesados en conocerlo y cambiar. Por eso tenemos que estar preparados para este crecimiento exponencial. Es necesario construir equipos de expertos para apoyar a los productores en el diseño, la construcción y el manejo de estos sistemas racionales. Tenemos un gran desafío por delante”.
Carriquiry entiende que el país no debe pensar en la ganadería solo en función de las cargas y la producción por hectárea, sino que se debe pensar en lo que se está produciendo. “Tenemos una cadena productiva que arranca desde la vaca que cría el ternero hasta el novillo que se exporta muy bien. Es necesario aportar a esa cadena con una ganadería de precisión. Esto implica que hay que tener un animal de excelente calidad y para eso, desde el ternero, hay que tener el proceso cumplido”. El especialista entiende que el pastoreo racional aporta a esa ganadería de excelencia porque “nos permite controlar más lo que hacemos”.
En ese marco de estos nuevos desafíos se formó la Sociedad Uruguaya de Pastoreo Racional (SUPRA) la que cuenta con 150 productores. “Es un nuevo emprendimiento que promueve, difunde y desarrolla esta técnica, y que nace con un cambio en el manejo del pastoreo para tener una ganadería más productiva y sustentable”. Carriquiry estimó que para el próximo año se espera contar con unos 200 productores, cifra que a su entender se irá incrementando de forma significativa en el correr de los años. Será una Sociedad con personería jurídica y estatutos, para lo cual se desarrollará el próximo 28 de setiembre, en Nuevo Berlín, una asamblea inicial. En esa instancia también se visitará a dos productores que integran el grupo para observar in situ las características del método.
Además, Carriquiry sostuvo que el 10 de setiembre, en la Rural del Prado, SUPRA participará de una charla donde se presentarán los testimonios de tres productores, quienes contarán su experiencia.
Frases
“el animal come las mejores especies y rechazan las peores, generando que, en los campos con pastoreo continuo, en invierno, solo haya disponible para comer pastos de muy baja calidad”.
“Con esta técnica se observa un aumento de carga sostenida probablemente de un 20% a 30%”